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La transición abrupta de la tranquilidad de las vacaciones a la rutina laboral puede generar estrés. El estrés laboral  postvacacional, como su nombre lo indica, se refiere al estrés experimentado al regresar al trabajo después de un período de vacaciones. Este estrés puede manifestarse de diversas formas, como ansiedad, fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarse, por lo que afecta la salud mental y emocional.

Aunque el estrés postvacacional puede ser inevitable, existen estrategias que podemos adoptar para ayudar a mitigar sus efectos.

  • Incorporar los nuevos horarios de forma paulatina, comenzando unos días antes de la vuelta.
  • No cargarse de trabajo el primer día, sino programar una actividad laboral progresiva; no pretender estar al 100% de productividad desde el minuto 1.
  • Dormir en horarios regulares.
  • Las tareas más estresantes abordarlas, en la medida de lo posible, después de haber pasado el periodo adaptativo.
  • Aprovechar los periodos de desconexión al máximo realizando ejercicio saludable o cualquier actividad que nos permita desconectar.
  • Tener paciencia y permitirnos estar menos concentrados, más despistados, menos energéticos o con menos ganas; en unos días pasará.

Por otra parte, es muy importante establecer metas saludables. En cada inicio de año nos enfrentamos a pensar en las metas u objetivos que queremos cumplir, lo cual puede ser muy abrumador y contribuir al estrés post vacacional. Por ello es importante hacer una buena planificación de los propósitos de año nuevo puede multiplicar radicalmente los resultados que obtengas en los meses siguientes.

Algunos tips que pueden ayudar:

  • Plantear metas realistas: No te fijes objetivos que no sean alcanzables, ya que fijarse objetivos demasiado lejanos o muy desafiantes, puede llegar a desanimarte.
  • Empieza de a poco: Los objetivos pequeños y graduales ofrecen más oportunidades de obtener recompensas.
  • Identifica hábitos dañinos que quieras dejar: Identifica los hábitos y comportamientos que perjudican tu salud, tus relaciones o tu productividad.
  • Sé preciso: Poniendo fechas, horas y cantidades para que se pueda medir el logro.
  • Establece prioridades: Si tienes varios objetivos, da prioridad a cada uno de ellos. Así evitarás sentirte abrumado y dirigirás tu atención a los más importantes.
  • Escribe los objetivos: Cuando escribes tus metas en un papel y lo ves todo el tiempo, tu compromiso se vuelve más fuerte.

¡Deseamos un feliz inicio de año!